Así será el tobogán, dibujado en rojo sobre el boceto. |
Reconstrucción digital del tobogán. |
Como columpio no le faltan atractivos: cada persona tardará 40 segundos en hacer el recorrido completo hasta abajo, tiempo en el que dará 5 vueltas en espiral a la estructura a una velocidad media de 15 kilómetros por hora, para terminar con una recta de 50 metros. Todo por 7 euros el viaje.
El tobogán, además de darle un beneficio económico a la escultura, completa el significado inicial que Anish Kapoor le dio a la obra. El artista se negó a levantar la Arcelor Mittal Orbit como una torre recta y monótona, sino que quiso que creciera en un continuo vaivén de curvas, como una órbita (de ahí su nombre). Pretendía mostrar así la energía creativa de Londres y la vida caótica de sus habitantes, inmersos en un continuo bucle de sube y baja. Cuando la obra se convierta también en tobogán, Kapoor conseguirá que los londinenses que se tiren por su rampa, no sólo visualicen esa vida de vértigo, sino que la sientan en su propias carnes.
Esta no es la primera vez que un tobogán se convierte en obra de arte o que un artista convierte sus obras en columpios y juguetes para el espectador. Se trata de todo un género que repasamos en este artículo:
- El tobogán de Anish Kapoor y otras obras de arte-columpio
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