Bahía de Weymouth, con el río Jordan', John Constable |
Este no es el cuadro de un paisaje. Es una terapia contra la depresión. Y no precisamente por ser una escena agradable y relajante. Al contrario.
La clave está en las nubes y su amenaza inminente. No sabemos si llegan para arruinar el día o si por contra se está alejando la tormenta. No está encapotado, tampoco despejado. Todo puede pasar.
Cualquiera que haya sufrido una depresión sabe lo que es vivir a merced de esas 'nubes' caprichosas. Hoy puedes tener un buen día, con la mente despejada y el ánimo alto. Y de pronto, mañana, sin saber por qué, todo se nubla y te escondes en la cama deseando morirte. Luego se te pasa y vuelves a ver la luz... hasta que caes de nuevo. Y así sucesivamente, en un sube-baja contínuo.
Constable ha resumido en ese cielo en transición, a medio camino entre la tormenta y la calma, el estado de ánimo de un enfermo de depresión: inestable, frágil, cambiante, impredecible.
ANTÍDOTO
Pero esas nubes encierran además un antídoto contra el miedo: nos recuerdan que TODO PASA. Igual que las tormentas vienen y van, también los bajones, e incluso la enfermedad, se acaban. Nada dura para siempre.
Solemos interpretar esta frase en sentido negativo, como un aviso para aprovechar los días buenos antes de que lleguen malos tiempos. Pero se nos olvida que también tiene su lado opuesto: por muy jodido que estés, eso también pasará.
Y tenerlo en cuenta es clave para un enfermo de depresión. Cuando llevas días en la cama y sin abrir las persianas de la habitación, parece imposible que uno pueda recuperarse. El pánico a no ser capaz de superarlo es insoportable. Pero luego pasa el tiempo, mejoras y te das cuenta de que es verdad, que nada dura para siempre. Se pasa. No sabes por qué. Simplemente, como las nubes que pintó Constable, se va. Incluso aunque nada de lo que te preocupe se haya arreglado, te sentirás mejor.
LO MALO TAMBIÉN PASA
Pero ojo, que esta ley natural funciona en ambos sentidos y tarde o temprano volverás a tener días de mierda. Porque esta enfermedad es así, un bucle de emociones contínuo. Entonces, cuando estés hundido otra vez, recuerda lo que aprendiste: todo pasa. No le busques una explicación, no la tiene. Y si la tiene, no importa. Es así y ya está.
Así que, si estás deprimido y en fase de bajón, mira este cielo de Constable: los nubarrones se irán y el sol volverá a colarse entre ellos. Y cuando estés de subidón y el sol brille, vuelve a mirar este cielo: porque tarde o temprano se oscurecerá de nuevo y los malos días volverán. Pero entonces ya no tendrás miedo porque, aunque no entiendas la razón, ya sabes que todo pasa.