En el nuevo libro sobre Antonio López (TF Editores) se ha colado, parece que por error, la primera imagen de su esperado cuadro de la familia real española. Se ve de lejos, borroso, a medio tapar y está sin terminar… Pero por fin descubrimos su secreto: Goya.
Es como si el “Retrato de la familia del rey Carlos IV” hubiera pasado por un lifting de 200 años. Y no es sólo porque nuestro monarca sea igualito a su tatara-tatara-tatarabuelo, con su mismo gesto distraído (hoy lo llamamos "campechano"). Si nos fijamos bien, las posiciones son idénticas pero con un pequeño cambio:
Mientras que en el cuadro de Goya la reina Maria Luisa está en el centro (porque según dicen es la que mandaba) y su marido a la derecha, en el de Antonio López los papeles están invertidos: Juan Carlos I es el protagonista y es la reina la que aparece a un lado.
Así pues, Juan Carlos I ocupa el lugar de la reina Maria Luisa. El rey actual hace los mismos gestos que su lejana abuela: pone el brazo derecho sobre el hombro de Doña Elena y acerca la mano izquierda a Doña Sofía.
A Don Felipe no le vemos porque está tapado por el papel de estraza, pero ¿apostamos algo a que viste de azul? Igual que el príncipe heredero del cuadro de Goya, el futuro Fernando VII, que aparece también muy lejos del centro de la composición.
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