Perder la virginidad le supuso un trauma de por vida, se alimentaba a base de absenta, su padre le leía historias de terror para dormir y los nazis le persiguieron. Es normal que acabara gritando así...
Aquí os dejo el reportaje que he publicado en CTXT sobre la exposición de Munch en el Museo Thyssen:
- Edvard Munch: pánico a la vida (Ctxt. Contexto y Acción) - Pablo Ortiz de Zárate.
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