domingo, 22 de enero de 2017

Pintura para evitar una bronca

Richter, 'Eisberg' (1982)

Gerhard Richter pintó esto en 1982 para huir de los problemas con su mujer

"Fue una excusa para huir durante mi divorcio. Me metía mentalmente en ese hielo buscando un lugar donde sentirme seguro... sin vida ni problemas. Solo hielo".

Richter, 'Eisberg im Nebel' (1982)
Este paisaje ('Eisberg') es una rareza dentro de la obra de Richter, pintor fundamentalmente abstracto. Sin embargo, el cuadro le ayudó como ningún otro a mantener su mente alejada de los problemas. Contemplar cada día las variaciones sutiles de los diferentes tonos de blanco, sumergirse en él para apreciar sus pequeñas cambios de luz, fue una terapia salvadora.
Porque ahí está precisamente lo que convierte a este cuadro en una gran obra: el dinamismo constante que encierra el más tranquilo y frío de los paisajes.

El artista alemán pintó otros dos cuadros sobre icebergs. La serie está claramente influida por 'El Mar de Hielo' de Caspar Friedrich, el maestro del romanticismo y los paisajes sublimes. Y, en mi opinión, es en esta comparación donde Richter se revela como un gran maestro de la pintura: sin necesidad del dramatismo exacerbado de Friedrich, consigue crear una obra cargada de intensidad. 

'Eisberg' se subastará en Sotheby's por entre 7-10 millones de euros.

Caspar Friedrich, 'El Mar de Hielo' (1821)


Richter, 'Eis' (1981)



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