viernes, 16 de agosto de 2013

Expo Dalí (Reina Sofía): ¿Es para tanto?


En una carretera de entrada a Madrid, debajo de un puente, hay pegado un cartel de la exposición de Dalí en el Reina Sofía. Ahí está, al lado del anuncio de un concierto de Juan Magán. Al principio llama la atención que un museo tan culto y sofisticado se publicite como un evento más del ocio 'popular' y masivo. Pero, ¿quién de los tres es el mayor ídolo pop? A juzgar por las colas que ha formado este verano en Madrid, Dalí es el que gana. Su muestra es la más visitada en la historia del Reina Sofía, con filas de más de dos horas para entrar a verla.

Pero, ¿es para tanto la exposición? Sí y no. Quienes ya conozcan cosas de Dalí y sepan leer más o menos los jeroglíficos de sus cuadros, la disfrutarán mucho. Sin embargo, aquellos que no estén iniciados probablemente saldrán decepcionados.

Los comisarios han eliminado de la exposición al Dalí loco, mediático y provocador porque consideran que esta faceta ha eclipsado con los años al pensador revolucionario que realmente era. Ventaja: hace un análisis más profundo y serio del que se había hecho hasta ahora del artista catalán. Inconveniente: la muestra ha perdido gran parte de la 'diversión' que uno espera del Dalí 'popular'. Para encontrarla hay que ir a su Teatro-Museo de Figueras, diseñado por él mismo.

Así que he aquí la gran paradoja: una de las exposiciones más 'sesudas' y minoritarias del Reina Sofía, ha terminado siendo el mayor éxito de público de su historia. ¿Por qué? Quizá se deba a que vamos a los museos como quien va a un concierto de Juan Magán: no a conocer obras nuevas, sino a "reconocer" las piezas más famosas que conocemos por la tele.


Ficha de la exposición.

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