La llegada de Donald Trump a la Casa Blanca también es una mala noticia para el arte. Estas 5 anécdotas dan pistas sobre el ‘cariño’ con el que va a tratar este tema:
1.- No colecciona obras originales,
sólo reproducciones baratas:
Melania Trump en su despacho |
Aunque es multimillonario, no se
gasta un duro en arte. Un ejemplo: en las fotos de su mega mansión a todo lujo
de Manhattan vemos, en el despacho de su mujer, una obra de Renoir (La Logue, 1874) valorada en casi 10
millones de euros. Probablemente sus visitas queden impresionadas… Lo que no
saben es que es una reproducción sin ningún valor y que el original está en la
Courtauld Gallery de Londres.
En otra de sus mansiones llegó a
colgar un par de tapices flamencos del siglo XVI. Pero su nulo conocimiento del
tema hizo que los dejará al sol y se dañaran para siempre.
Pero nadie como él para aclararnos lo
que piensa sobre el arte: “Tengo amigos que se gastan cantidades escandalosas
de dinero en cuadros. Yo prefiero invertir en algo real que el mundo pueda
ver”.
Donald Judd |
2.- No visita museos:
O eso se deduce de lo que le ocurrió
en una visita de cortesía que hizo al MoMA en 1999. Según su acompañante, llegó
de muy mal humor y lanzó su abrigo y varias carpetas encima de una obra de
Donald Judd. Parece que la confundió con un escritorio.
En 1999 le declaró la guerra al
Brooklyn Museum por exponer la obra ‘La Sagrada Virgen María’ de Chris Ofili,
famosa por estar pintada con excrementos de elefante. Su descripción de la obra
habla por si sola: “No es arte. Es absolutamente asqueroso, algo degenerado”.
¿Recordáis quién fue el último líder mundial que habló de ‘arte degenerado’?
4.- Si una joya histórica le
moslesta, la destruye y punto:
Para construir su famosa Torre Trump
en Manhattan, tenía que tirar un edificio. El problema es que estaba decorado
con unos relieves Art Decó muy valiosos y el Metropolitan quería que los
quitara con cuidado y se los entregara. Trump dijo que lo haría sólo si no le
costaba dinero. Pero al final sus obreros los destruyeron porque, según declaró
el nuevo presidente de Estados Unidos, temía por la seguridad de la gente: “Si
se hubieran caído, podrían haber matado a alguien”.
Trump le encargó al maestro Pop un
retrato de la Torre Trump para decorar la entrada. Warhol hizo una serie de 8
piezas pero a Trump no le gustaron nada. Según escribió el artista en sus
diarios, Trump se quedó “muy disgustado porque no los colores no conjuntaban”.
No se los pagó.
Cada vez se valora menos el arte y la cultura, especialmente entre quienes tienen el poder. ¿Hacia donde camina esta sociedad en decadencia? Gracias por hablar de arte y cultura. Con páginas así recuperamos la esperanza.
ResponderEliminarCada vez se valora menos el arte y la cultura, especialmente entre quienes tienen el poder. ¿Hacia donde camina esta sociedad en decadencia? Gracias por hablar de arte y cultura. Con páginas así recuperamos la esperanza.
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